Paseo en lancha por la Ría de Ferrol

El viernes 11 de octubre, los alumnos de tercer ciclo de primaria, realizamos un paseo en lancha por la Ría de Ferrol. El barco salió del puerto de Curuxeiras, junto al Arsenal militar.

Pasamos por delante del muelle de carga, donde se transportan mercancías como madera, chatarra, carbón...

Nos acercamos a La Graña, donde pudimos ver atracadas, en la base militar, a las viejas fragatas aguardando a su desguace; el antiguo polvorín y los depósitos de gasóleo.

Seguimos nuestra travesía pasando por delante del castillo de San Felipe (los restos que se pueden ver son del s. XVIII). Navegamos hasta la entrada de la ría, y pudimos ver el puerto Exterior.

Ya de regreso, nos acercamos al Castillo de La Palma (también del s. XVIII), luego pudimos ver el pintoresco pueblo pesquero de Mugardos, con sus casitas de colores convertidas en restaurantes (qué pena no poder parar para probar el pulpo a la mugardesa). Vimos también la planta de gas que está justo al lado del pueblo, en plena ría ¡qué peligro! 

Siguiendo nuestra ruta, vimos a lo lejos el Puente de las Pías y los astilleros de Navantia. Pudimos observar varias fragatas atracadas en el muelle militar y ya, acercándonos a nuestro destino, la llamada cortinilla, una muralla coronada por 300 cañones apuntando a la ría.

Lo que más nos llamó la atención de toda la visita, fue precisamente esta explicación sobre el s. XVIII, cuando el puerto de Ferrol era infranqueable ante los intentos de ataque de los ingleses; debido, precisamente, a la sorprendente y única configuración de la ría, que se estrecha y se rodea de montes justo en su boca, lo que hace comprender mejor el porqué de su elección en el XVIII como puerto estratégico para la defensa de la Armada Real española.

  Todos nos imaginábamos a los barcos ingleses retenidos en el estrechamiento de la ría, ya que tensaban entre los castillos una barrera de troncos y cadenas que les impedían momentáneamente
el paso y mientras tanto eran bombardeados desde ambos lados. Y, por si fuera poco, cuando conseguían atravesar los esperaban los cañones de la Cortinilla.

¡Una historia increíble y una travesía inolvidable!

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