Seguimos con nuestra celebración particular de las fiestas de otoño: Magosto, Samaín (para unos), Halloween (para otros)
Con este motivo y aprovechando los conocimientos que adquirimos en las clases de Lengua hemos preparado unos cuentos cuyos protagonistas son calabazas, vampiros, brujas, zombies ...
¿Estáis preparados para leerlos?
Algunos pueden dar ... MIEEEEEEEDO
EL CASTILLO ENCANTADO
En un pequeño pueblo de Escocia, había un castillo encantado. Este tenía un nombre muy temido en toda Escocia, pero sobre todo en Liurus un pequeño pueblo de una comarca situada en el norte del país, se llamaba el castillo de los Mc.Gregor.
El castillo era terrorífico, aunque en Escocia hiciera buen tiempo el castillo siempre tenía una nube encima que nunca paraba de tronar. En el terreno de campo que tenían alrededor mirases donde mirases, siempre había estatuas horrorosas que parecía que en años atrás hubiesen tenido vida.
En el castillo vivían tres seres mágicos: el fantasma Puff, Mr. Pumpkin y el vampiro Blood. Todos vivían muy bien entre ellos, porque el castillo estaba dividido en tres plantas una planta para cada uno. Afuera del mismo había un pequeño cementerio lleno de lápidas y cruces donde se enterraban los antepasados de los Mc. Gregor, en la primera planta había muchos sillones puff donde el fantasma Puff descansaba siempre, en la segunda planta estaba la habitación de pipas donde Mr.Pumpkin no paraba de comer pipas y en la tercera planta estaba el ataúd del vampiro Blood donde dormía por el día y por la noche salía a volar por Escocia.
Los niños de Liurus, cuando llegaban estas fechas de Halloween, querían aventurarse a ver como era el castillo pero siempre salían aterrorizados y con depresiones, por eso la gente de Liurus preparaba una revolución contra el castillo. Un día de Octubre unos niños se aventuraron para ver el castillo, pero ellos no se atemorizaron. Estuvieron unas horas mirando el comportamiento de los seres mágicos, como Mr.Pumpkin regaban las plantas, como el vampiro Blood lavaba los dientes y el fantasma Puff leía un libro tranquilamente sobre uno de sus muchos puff y comprendieron que no eran malas personas ni con malas intenciones de asustar a los niños de Liurus, pero la gente del pueblo ya estaba en camino para atacar el castillo. A los niños se les ocurrió una idea, explicar el comportamiento de los seres mágicos para que vieran que no eran tan peligrosos, que eran de distinta raza pero de igual comportamiento: entonces las personas de Liurus vieron y comprendieron lo que los niños les intentaban decir y por eso la gente de Liurus se fue a sus casas y nadie nunca más molestó a la familia Mc.Gregor.
ÁLVARO ALFARO FERNÁNDEZ
EL PROBLEMA DE LA CALABAZA
Érase una vez una calabaza llamada Calabacita que no quería que la tallaran y vistieran de princesa, por eso cada vez que las personas se acercaban al huerto las calabazas se escondían entre las hojas y los árboles.
Entonces llegó un niño y sugirió que en lugar de tallarla, podía ponerle pegatinas.
Al año siguiente le puso las pegatinas y entre todas las calabazas hubo una que destacó entre las demás, fue precisamente la calabaza de las pegatinas; tenía pegatinas muy coloridas y toda la gente que la veía se reía porque tenía pegatinas de todas las formas y colores, y a partir de ese año todos los demás años le pusieron siempre lo mismo.
Borja Sedes Bouza
EL VAMPIRO MIEDOSO (Por Zaira)
Había una vez un vampiro que se llamaba Julián. Julián le tenía miedo a los vampiros.
Una vez Julián se encontrara con un vampiro por la calle, resultó que era un niño disfrazado porque era otoño y se celebraba Halloween pero a Julián le daba igual que fuera un vampiro disfrazado.
Un día Julián había dejado la puerta de su casa abierta y entrara una vampiresa, Julián no se había dado cuenta pero...cuando lo hizo ya le había mordido y chupado la sangre y de repente... JULIÁN ERA UN VAMPIROOOOOO. Salió corriendo porque tenía miedo de si mismo y corrió y corrió y de repente entró en una casa que era de otro vampiro. El vampiro le preguntó a Julián.
-¿Cómo te llamas?-Julián respondió.
-Me llamo, Julián- respondió atemorizado-¿Y tú?
-Yo me llamo Xavier, veo que tienes miedo pero no debes tenerlo, a mí me pasó lo mismo que a ti.
-¡Ah! Pensaba que esto sólo me pasaba a mí. ¿Me cuentas qué hace un vampiro? ¿Los vampiros se convierten en murciélagos? ¿Es necesario morder a la gente?- Preguntó todo curioso.
-No tranquilo, jajajaja
Pasaron las horas y Julián seguía preguntando y Xavier respondiendo. A la noche Julián se fue corriendo a su casa sin miedo.
Al día siguiente volvió a casa de Xavier pero Xavier no estaba y de repente vio a una vampiresa. La vampiresa resultó que era Marta la prima de Xavier, poco a poco Marta y Julián se fueron conociendo y llegó un momento en el que Julián le pedió matrimonio, Marta respondió que sí y se casaron, fueron felices y comieron perdices.
Esta historia sucedió el día del “magosto” celebrando la fiesta en el colegio Valle-Inclán.
Todos estaban jugando, hablando, bailando, comiendo castañas, etc. La señora de la limpieza estaba muy rara y nadie sabía por qué. Los niños de 6º estaban convencidos de que tramaba algo o que ocultaba algo. Acabó la fiesta y todos los niños iban recogiendo sus calabazas y saliendo a junto de sus padres.
Los niños de 6º decidieron quedarse a investigar. Se cerraron las puertas, ya no quedaba nadie en el colegio. De repente se escuchó cantar a la señora de la limpieza, porque se quedara a limpiar. Acabó sus tareas y fue hacia una calabaza que quedara allí encima y empezó a hablar con ella. Todos los niños se quedaron boquiabiertos y uno de ellos dijo:
- ¡Hala!
Todos le taparon la boca pero fue demasiado tarde, la señora de la limpieza los había pillado y preguntó:
-¿Qué hacéis aquí? ¿No tendríais que estar en vuestras casas?
Los niños le explicaron lo ocurrido y ella, muy nerviosa, les contó que la calabaza con la que hablaba era mágica y que le pidiera por favor que plantara sus semillas.
Los niños decidieron ir al huerto abandonado y plantar miles de semillas. La calabaza murió, pero contenta porque sabía que tendría descendientes gracias a sus semillas.
Fátima Rodríguez López
Érase una vez unos niños de 6º de primaria que fueron de excursión a un cementerio. Los niños estaban un poco aterrorizados ya que oían ruidos extraños, los matorrales se movían, se oían unos aullidos de lobos, pero de repente… oyeron unos pasos por todo el cementerio.
Al cabo de un tiempo los niños llamaron a la profesora:
- ¡Mayka, Mayka! ¿Dónde estás?
Pero la profesora no contestaba y los niños sentían cada vez más y más miedo.
Luego un niño llamado Álvaro dijo:
- Será mejor que nos dividamos a ver si encontramos algún rasgo de la profesora.
Y los demás le hicieron caso. Se dividieron pero no había ningún rastro de la profesora. Miraron y miraron pero no encontraron nada. Sin embargo, había un sitio en el que ninguno de los niños miró, el viejo cementerio. Los niños no miraran ahí dentro porque no se atrevían, ese cementerio era muy oscuro, ninguna luz de la carretera le alumbraba, pero al final se armaron de valor y entraron.
Cuando entraron no había ningún zombi, sino un gato en medio de los matorrales y Mayka lo estaba acariciando porque unas personas lo habían maltratado.
Al final todos acabaron felices y contentos en el autobús.
Aimara Oreona Sánchez
Hace mucho tiempo, aproximadamente hace veinticinco años, en un colegio llamado Valle-Inclán se celebraban las principales fiestas de otoño, Halloween y magosto. En las aulas de segundo ciclo los estudiantes para celebrar las fiestas de Halloween llevaron calabazas adornadas "monstruosamente": con bocas terroríficas, ojos con la mirada fija, armas temibles y poderosas... Por otra parte, los alumnos de Secundaria decidieron llevar figuras monstruosas hechas de barro seco y adornadas "monstruosamente" con las que poder competir con los pequeños alumnos de segundo ciclo de primaria.
Por fin llegó la esperada noche de Halloween, en la que ocurrirían cosas inesperadas y extrañas. En el colegio Valle-Inclán se cerraron las puertas después de haber acabado las clases: las calabazas situadas en la entrada del colegio y los monstruos de barro justo en frente tomaron vida por arte de magia.
Una vez que se vieron las caras estos enemigos acérrimos se declararon la guerra. Las calabazas se convirtieron en regordetes pero amenazadores soldados, tanques y otros vehículos de guerra, por otro lado las figuras de barro se transformaron en grandes pero pesados monstruos, fantasmas y otros seres mágicos. Al comenzar la batalla los dos ejércitos enemigos lanzaron sus temibles cánticos de guerra que hicieron temblar el colegio. Desafortunadamente, Carmen, la señora de la señora de la limpieza los descubrió en plena batalla. La señora de la limpieza estuvo a punto de pegar un grito pero antes de que pudiera hacerlo los monstruos de barro y las calabazas se abalanzaron sobre ella y -¡hasta se pelearon por cual de los dos de los ejércitos la haría prisionera!
Unos de los generales mas destacados del ejército de los monstruos de barro eran la bruja Jacinta (experta en estrategias aéreas), la momia Teresa (experta en resolver situaciones de enredos) y, por último el vampiro Celestino (experto en armas químicas). Una vez que los monstruos y las calabazas llegaron a un acuerdo de paz, decidieron soltar a la señora de la limpieza bajo juramento de no revelar su secreto. Al día siguiente se celebraría la fiesta del magosto y las castañas probablemente harían de las suyas...
David Deibe Rodríguez
David Deibe Rodríguez
LAS CALABAZAS VIVIENTES
Era el día de Halloween; todos estábamos ansiosos por decorar nuestras calabazas, pero un desconocido suceso provocó la desaparición de las calabazas.
Sólo había un sitio donde aún quedaban calabazas: En la casa del viejo Jenkins. Había rumores de que era un viejo mago chiflado, por lo que los niños tenían bastante miedo de pasar cerca de aquel lugar. Aún así, fueron a pedirle unas cuantas calabazas: Decidieron hacer una excursión a aquel lugar. Todos fueron disfrazados y cuando llegaron allí llamaron a la puerta; esta se abrió sola y sonó un órgano de iglesia “tararaaaan”. Tras eso una enorme nube de humo los envolvió a todos. Cuando la sala se despejó, salió de allí un hombre pálido con esmoquin negro, viejo y roto y les dijo con voz de pocos amigos “Qué queréis”. El profesor, un poco asustado, le contestó “Queremos calabazas, ¿sería usted tan amable de darnos unas pocas?”. Para su sorpresa, la respuesta fue que sí … pero les advirtió de que llevaban consigo una extraña maldición.
Todos se hicieron los valientes, incluido el profesor. El viejo salió de la sala y se dirigió a la parte de atrás; después de esto, se escuchó un tremendo grito de socorro ¡¡¡ Parecía la voz del viejo Jenkins!!! Todos, asustados, empezaron a gritar… menos el profesor, que acudió a socorrer al anciano, pensando que le habría dado un infarto. Vio una sombra redondeada, sintió un fuerte golpe y cayó inconsciente.
Cuando despertó, junto al anciano, ambos contemplaron que unas calabazas vivas los observaban malhumoradas. El profesor les pregunto:
-¿Qué os pasa?
-Que no queremos que nos vacíen y corten para adornar uno o dos días.
-Pero, si hay muchas calabazas vacías y famosas en el mundo: la del carruaje de cenicienta, la de las antiguas cantimploras de los peregrinos, etc.
En ese momento el rey de las calabazas se presentó ante los prisioneros y dijo:
-Quien este de acuerdo con este hombre que se vaya con él.
Diez calabazas decidieron ir al colegio para ser adornadas y observadas por los niños. Fue un Halloween muy alegre porque todas las calabazas tenían una sonrisa.
Iago Míguez Otero
NOCHE DE HALLOWEEN
-¡Erik!- dijo su madre- baja a desayunar.
-Espera que estoy haciendo la cama- contestó Erik.
-Apura a ponerte el disfraz que vas a llegar tarde al colegio- gritó la madre.
Erik es un niño de once años que lo único que piensa es en estar en la habitación jugando y en estar por ahí con sus amigos, ya que el colegio no le gusta nada, pero en la fiesta de Halloween de este año algo le iba a cambiar sus ideas.
Este año la madre le había comprado un disfraz por catálogo de Freddy Krueger y al niño le encantó. En cuanto se puso el disfraz la madre lo acercó al colegio, cuando entró se quedó fascinado, no reconocía ni a los profesores; hasta que se le acercó alguien disfrazado de hombre lobo y le dijo:
-¿Qué tal Erik?, llevas un disfraz muy original. (Hasta que se quitó la máscara no se dio cuenta de que era Daniel, su mejor amigo)
-¿Qué pasa tío?, menudo disfraz, pareces lobezno. Bueno vamos con los demás que ya debe de estar a punto de empezar la fiesta.
-¿Qué pasa tío?, menudo disfraz, pareces lobezno. Bueno vamos con los demás que ya debe de estar a punto de empezar la fiesta.
-Espera Daniel que voy al baño, ahora vengo.-dijo Erik.
Cuando iba al baño se apagaron las luces y Erik se escondió detrás de las taquillas, después de un rato se oyeron ruidos de pies arrastrándose y se asustó tanto que hasta se meó, se asomó a ver que era y llegó a asomarse tanto que vio a un niño desfigurado como si se hubiese quemado, corrió y corrió hasta la fiesta y se lo dijo al profesor de Lengua, -¡Andrés, socorrooooo!
Andrés lo tranquilizó y le contó la historia de ese niño, haciéndole prometer que no diría nada.
“Hace dos años yo lo vi todo, exactamente hoy hace dos años que murió al pequeño Lucas quemado por dos compañeros de su clase; como lo encerraron para gastarle una broma y el pobre lo acabó pasando muy pero que muy mal, como tenía las manos mojadas intentó encender la luz, entonces hubo un cortocircuito y la clase empezó a arder. Por el pobre Lucas no se pudo hacer nada, pero los niños llevaron su castigo. Y así fue la noche de Halloween.”
Leticia Suárez Varela
¡Vaya Halloween!
Hola, me llamo Raquel y os voy a contar una historia que ocurrió hace 2 años en mi colegio…
Era la noche de Halloween, y mi madre me mandó ir a la cama pero no tenía sueño y, como vivo al lado del colegio, se me ocurrió mirar por la ventana y para mi sorpresa había una luz encendida que brillaba y se veían unas bolitas bailando.
Al día siguiente se me ocurrió esconderme en el colegio para averiguar que eran aquellas luces que había visto, ¡vaya sorpresa! Eran calabazas celebrando el Halloween.
Lo habían dejado todo hecho un asco, pero apareció la señora de la limpieza y lo limpió todo en un abrir y cerrar de ojos.
Al día siguiente volví pero esa vez me vio una de las calabazas y me dijo:
-Hola, soy Jack, ¿quieres bailar con nosotras?
Y yo respondí que sí.
Acabamos haciéndonos amigos, pero, me dijo que…
¡MAÑANA SE PUDRIRÍAN!
Entonces encontré la manera de volverlos a ver. Les dije que me dieran sus semillas y que nos sacáramos una foto.
Ahora es Halloween y tengo unas veinte calabazas nietas de las de la historia y una gran foto.
Ángela Arbe Núñez
EL MISTERIO DE LA CALABAZA PARLANTE
Era puro invierno en la mansión piedra pedregosa, desde la alcoba el vampiro miraba y esperaba. De repente unos arbustos se movieron. El vampiro salió a investigar por el oscuro jardín, cerca de los arbustos había una gran sombra que se veía a causa de la luna llena que había aquel día, se inclinó para ver más de cerca y vio una calabaza enorme y muy fea. Entusiasmado se la llevó a la mansión y decidió colocarla en una mesa de la entrada. Luego el vampiro que se llamaba Roberto se fue a dormir. De repente en medio del silencio de la noche se oyó un ruido extraño que provenía de la entrada principal, el vampiro un poco asustado pero a la vez decidido bajó poco a poco las largas escaleras de la mansión. Llegó a la entrada y vio… a la calabaza tirada en el suelo ¡pero no estaba rota! Cuando fue a cogerla, la calabaza emitió unos ruidos extraños y unos segundos más tarde le salieron brazos y piernas y empezó a hablar. El vampiro asustado se fue para el último piso de la mansión y se dio cuenta de que la calabaza le seguía muy de cerca. El vampiro consiguió llegar a una habitación en la que sólo había una vieja cama, decidió esconderse debajo. Poco después entró la calabaza y lo encontró debajo de la cama. La calabaza le dijo que quería ser su amiga y que no le iba a hacer nada, entonces el vampiro un poco desconfiado salió de debajo de la cama y le dijo: -¿Seguro que no me vas a hacer nada? Entonces la calabaza respondió: -No, no te voy a hacer nada, sólo quiero ser tu amiga. Y desde aquella nunca se separaron y fueron siempre amigos.
María García Suárez
EL VAMPIRO DISFRAZADO
Érase una vez un vampiro llamado Edriel que vivía en una cueva situada en una isla en medio del océano Pacífico, una isla que no aparecía en los mapas y por eso Edriel vivía tan tranquilo.
Un día se le ocurrió la idea de viajar a España, y en seguida se puso en marcha. Estuvo volando mucho tiempo hasta que por fin se detuvo en su destino, Galicia. Pensó que todos le tendrían miedo, y se alegró porque seguramente iría por ahí dando sustos a la gente, pero era otoño y se acercaba la noche de Halloween así que la gente se pensaba que era alguien muy bien disfrazado y como no asustaba a nadie, se puso triste, y se fue a algún lugar donde nadie lo pudiera ver, ¡una alcantarilla!. Allí se encontró con una rata que quiso hacerse su amiga y entonces él le contó lo ocurrido y la rata le dio la idea de disfrazarse de algo muy terrorífico y realista en una fiesta que iba a haber en un colegio cercano.
Al final, llego la noche de Halloween, y él se estaba preparando con su disfraz para ir a ese colegio. Se disfrazó de un monstruo tan horrible y repugnante que cualquier ser vivo del mundo podría tenerle miedo. Y así fue todos los de la fiesta se asustaron muchísimo, no se lo pasaron tan bien por los sustos, pero Edriel se lo pasó de maravilla.
Alba Cruz Pabuena
EL ZOMBI COMECASTAÑAS
La noche de Halloween es mágica y en ella pasan cosas increíbles, como la historia que os voy a contar.
Este año decidimos disfrazarnos todos los compañeros de clase y reunirnos en un bosque cercano para asar unas castañas y pasar un buen rato.
Las chicas decidieron ir de brujas y nosotros, para no desentonar, de zombis.
En total somos diecinueve. Estábamos todos.
Algunos padres nos ayudaron con lo del fuego y luego nos dejaron solos para que pudiéramos jugar y comer las castañas.
Estuvimos jugando y luego nos sentamos alrededor del fuego y nos comimos las castañas. Cuando se acabaron, uno preguntó en tono enfadado:
-¿No quedan más castañas? Yo quiero más. Me encantan las castañas.
Y se puso a lloriquear.
Nos miramos los unos a los otros con sorpresa. Como todos estábamos disfrazados no nos dimos cuenta de que había alguien más al que no conocíamos. Borja dijo:
-¿Pero este quién es?
Fátima, Alba y María contestaron a la vez:
-¡Y yo qué sé!
Álvaro, David y yo nos contamos y nos salían veinte personas. No podía ser.
Alguien se nos había colado. Entonces yo pregunté:
-¿Quién es el intruso?
En ese momento, el intruso, que seguía llorando, se levantó y dijo:
-No os preocupéis, ya me voy. Ya que no quedan más castañas me vuelvo a mi tumba. El año que viene vuelvo, pero a ver si traéis más, que me gustan mucho.
Se fue protestando porque no había más castañas. Nosotros no nos lo podíamos creer, ¡era un zombi de verdad!
Decidimos no contar nada a nuestros padres porque no iban a creernos. El año que viene no sé lo que haremos, pero, desde luego, yo no aso más castañas.
Anxo Hermida Freire
Érase una vez una pastelería que sólo se dedicaba a hacer castañas asadas.
Un día vino una señora y dijo:
-Quiero un kilo de castañas para mañana.
La chica que trabajaba allí le contestó:
-Mañana a las nueve estarán hechas.
Según se fue la señora corrió a junto de su padre y le dijo:
-Papá, voy al monte a buscar castañas. Vengo enseguida.
Cuando llegó al monte es suelo estaba lleno de castañas, empezó a sacarles el erizo para poder recogerlas. Después de una hora ya tenía suficientes, así que se montó en su furgoneta. Cuando llegó a la pastelería ya era de noche y se encontró una nota que decía:
“Me he ido para casa, cuando llegues pon la alarma”
Hizo lo que el padre le dijo y se fue.
Durante la noche, en la pastelería, una castaña se salió del saco y se puso a andar. Cuando a las seis llegó la chica a la pastelería encontró la castaña, la metió en el saco y se fue a encender el horno.
Mientras el horno se calentaba, empezó a colocar las castañas en las bandejas. Estaba a punto de meterlas cuando escuchó una vocecita que decía:
-Por favor, no me ases.
A lo que la chica contestó:
-Te tengo que asar.
Cuando la castaña estuvo despistada la metió en el horno, y según la metió le dijo:
-Lo siento amiga.
Pero a partir de ese día la chica nunca más volvió a asar castañas y en la pastelería sólo empezaron a venderse pasteles que no lleven “castañas”.
Óscar Couce Quintanilla
En la clase de 6º de primaria del colegio Valle-Inclán todos llevamos calabazas y castañas.
Por la noche había una calabaza que cobraba vida. Cuando llegamos por la mañana las castañas habían desaparecido y faltaba una calabaza pero lo bueno es que celebrábamos Halloween en el bosque y nos quedábamos a dormir allí.
Fuimos al bosque y todos nos zampamos muchas castañas, entonces llegó la hora de dormir, todos oímos unos ruidos extraños y fuimos a ver, encontramos a un vampiro y nos atacó. Todos corrimos pero quedaron pocos vivos, los que quedaban estaban muertos de miedo y vino una bruja muy simpática y nos dio piruletas. Al final se nos hizo de día y acabó esa pesadilla y fuimos todos para nuestras casas.
Brian Fernández Iglesias
Había una vez un niño llamado Fox al que le gustaba mucho jugar a detectives, pero lo que más le gustaba era el día de halloween. Cuando llegó el día, Fox se disfrazó de detective y cogió su bolsa para hacer el recorrido que le esperaba. Ya llevaba unos cuantos caramelos cuando llegó a una casa muy pero que muy siniestra. Fox llamó a la puerta pero nadie le abría y de repente la puerta se abrió y los caramelos salieron disparados. Él se asustó un poco, pero después de coger unos cuantos caramelos entró a la casa a investigar, entonces vio a un brujo con una olla gigantesca. El brujo empezó a perseguirlo y Fox se fue corriendo a casa a contarles lo sucedido a sus padres. Cuando llegó el brujo, derribó la puerta y.......... sonó un despertador, todo había sido una pesadilla.
Cristopher García Freire
LAS CALABAZAS VIVIENTES!!!!
Esta es una historia de una clase de 6º de primaria del colegio Valle-Inclán.
Los niños/as se llamaban: Álvaro, Andrea, Ángela, Erika, Óscar, Alba, David, Paula, Brian, Cristopher, María, Anxo, Iago, Aimara, Zaira, Fátima, Jonhy, Borja y Leticia.
Estaban el la época del MAGOSTO y de HALLOWEEN, entonces la profesora, Mayka, les dijo que tenían que traer una calabaza disfrazada y castañas.
Al día siguiente, todos vinieron con sus CALABAZAS, y a la hora del recreo las bajaron a donde estaban las de los otros cursos. Poco después unos profesores asaron las CASTAÑAS que trajeron todos los niños/as, y en el segundo recreo se las comieron y luego fueron a sacar algunas fotos con las CALABAZAS.
Cuando acabó el cole, ya no quedaba nadie, solamente la señora de la limpieza, que estaba limpiando todas las clases. MIENTRAS ABAJO......
¡¡¡¡¡¡¡LAS CALABAZAS ACABABAN DE COBRAR VIDA, Y ERAN QUINCE VECES MÁS GRANDES DE LO QUE ERAN ANTES Y SE TRASFORMARAN EN LO QUE IBAN DISFRAZADAS!!!!!!!!!
De piratas, vampiros, arañas, zombies,...etc.
Estas dijeron en voz ALTÍSIMA, que SE VENGARÍAN DE TODO EL MUNDO QUE ALGUNA VEZ HUBIERA COMIDO UNA CALABAZA!!!!! Y SE VENGARÍAN... COMIÉNDOLOS A ELLOS!!!!!!!!
De piratas, vampiros, arañas, zombies,...etc.
Estas dijeron en voz ALTÍSIMA, que SE VENGARÍAN DE TODO EL MUNDO QUE ALGUNA VEZ HUBIERA COMIDO UNA CALABAZA!!!!! Y SE VENGARÍAN... COMIÉNDOLOS A ELLOS!!!!!!!!
Gritaron tanto que la señora de la limpieza, que ya estaba por la E.S .O, los escuchó, entonces se extraño mucho de que hubiera tanto ruido, no estando nadie más que ella en el colegio.
Fue bajando de clase en clase, ASUSTADA, a ver que era ese ruido, en las clases no había nada entonces llegó a donde estaban las calabazas, y vio que eran tan GRANDES y MONSTRUOSAS, que se DESMAYÓ del SUSTO¡!.
Fue bajando de clase en clase, ASUSTADA, a ver que era ese ruido, en las clases no había nada entonces llegó a donde estaban las calabazas, y vio que eran tan GRANDES y MONSTRUOSAS, que se DESMAYÓ del SUSTO¡!.
Las CALABAZAS no se dieron cuenta de lo que había pasado entonces siguieron su camino: La ciudad.
Al día siguiente, los niños llegaron antes que los profesores, porque hicieran una apuesta para ver quien llegaba antes al cole.
Cuando entraron vieron a la señora de la limpieza, que aún le dolía la cabeza de la caída del desmayo, y también vieron que estaba todo patas arriba¡!, Le preguntaron que había pasado y ella, les contó lo sucedido. Los niños quisieron limpiar todo antes de que llegaran los profesores, pero fue inútil porque justo cuando empezaron a recoger llegaron los profes.
Cuando entraron vieron a la señora de la limpieza, que aún le dolía la cabeza de la caída del desmayo, y también vieron que estaba todo patas arriba¡!, Le preguntaron que había pasado y ella, les contó lo sucedido. Los niños quisieron limpiar todo antes de que llegaran los profesores, pero fue inútil porque justo cuando empezaron a recoger llegaron los profes.
Los profes llegaron al colegio un poco ASUSTADIZOS porque vieron en las noticias lo de las calabazas.
Entonces los niños/as, quisieron impedir que las calabazas se comieran a todo el mundo¡!
Se prepararon y fueron a por ellas.
Entonces los niños/as, quisieron impedir que las calabazas se comieran a todo el mundo¡!
Se prepararon y fueron a por ellas.
Cuando llegaron a donde estaban, todos gritaron a la vez: A POR ELLAS..!!!!!!!!!; Y se pusieron a luchar contra ellas.
Las calabazas como eran mucho más FUERTES y más GRANDES, los cogieron, y los niños les dijeron:- ¿Por qué queréis comernos a todos?-
Y una de las calabazas le contestó:-Porque vosotros nos coméis a nosotras y nosotras solo queremos que nos usen para asustar en HALLOWEEN.!!!
Y una de las calabazas le contestó:-Porque vosotros nos coméis a nosotras y nosotras solo queremos que nos usen para asustar en HALLOWEEN.!!!
Entonces todos se pusieron a razonar y llegaron a un acuerdo:
Que las personas, siempre que se coman una calabaza le harán una cara TERRORÍFICA y las disfrazarán de cosas que den miedo.
A las calabazas les gustó esa propuesta, entonces dijeron que nunca más iban a querer comer a la gente; y volvieron a su tamaño real, los niños como les prometieran a las calabazas, adornaron todo el colegio con ellas.
Que las personas, siempre que se coman una calabaza le harán una cara TERRORÍFICA y las disfrazarán de cosas que den miedo.
A las calabazas les gustó esa propuesta, entonces dijeron que nunca más iban a querer comer a la gente; y volvieron a su tamaño real, los niños como les prometieran a las calabazas, adornaron todo el colegio con ellas.
Y al final todo quedó como querían todos: los niños adornando el colegio con sus calabazas y todo el mundo aliviado de que las calabazas no se los iban a comer.
Paula Domínguez Rodeiro
Era otoño, las hojas de los árboles perdían el color verde que habían conseguido en el verano y adquirían un tono marrón oscuro que cada día se volvía más claro, y cuando llegaba a un marrón claro, las hojas se desprendían del árbol, cayendo hacia el suelo. En este bosque, que como lo describo parece un bosque corriente, no era así. Aquí vivían cantidad de seres, pero no unos animales cualquiera, en este bosque vivían unicornios, vampiros, brujas y hombres lobo. Aquí también vivía un pequeño murciélago, pero debido a que era muy pequeño, nadie le daba importancia.
Pues el día de Halloween, Pequeño Murciélago decidió hacerles unas gamberradas a los demás animales para que solo él pudiera asustar en la noche de Halloween. Pensó que el unicornio no asustaría mucho, pero aún así le cortó la crin y el rabo, por lo que el unicornio se quedó calvo, y tenía demasiada vergüenza para salir a la noche de Halloween. Luego fue a por el vampiro, al que le arrancó los colmillos, este también tenía demasiada vergüenza, así que no fue. Al hombre lobo lo metió en una red y a la bruja la derritió con agua. Solo quedaba él en la noche de Halloween, y se imaginó a él, el murciélago más grande del mundo, asustando a los niños. Por desgracia, eso solo eran fantasías, y lo único que se ganó fue un escobazo de una niña disfrazada de bruja.
Cuando se disponía a irse al bosque, se encontró a un niño que le había visto intentar asustar a la gente.
-Oye, murciélago, si quieres asustar a la gente, yo te puedo ayudar-dijo el niño.
-¡Oh!, muchas gracias, pero un gran murciélago como yo no necesita ayuda de un crío como tú- dijo Pequeño Murciélago.
Dicho esto, se fue volando al bosque. Cuando llegó, se encontró a todos los animales del bosque enfurecidos, que empezaron a perseguirlo. Solamente pudo descansar por la noche, colgado del tronco de un árbol. A eso se debe que los murciélagos no salgan de día, por miedo a que los animales del bosque le persigan, por intentar ser el único protagonista de la noche de Halloween.
Andrea Álvarez Casal
Lo siento chicos, pero no soy capaz de publicar vuestros cuentos en el blog. Seguiré haciendo pruebas a ver si lo consigo.
ResponderEliminarSolucionado el tema de la publicación de los cuentos, pero no se copiaron las imágenes. I'm sorry.
ResponderEliminarBueno Mayka no pasa nada,lo que importa es que esten los cuentos.
ResponderEliminarMe parecen muy bien estos trabajos,enhorabuena chicos.
ResponderEliminarHola Mayka:
ResponderEliminarNo pasa nada,por lo menos tenemos los cuentos y es lo que importa;pues el trabajo era sobre hacer un cuento de halloween y lo hizimos y lo ttenemos publicado en nuestro blog.
Por otra parte, los cuentos en general estuvieron muy pero que muy bien(para mi gusto claro)aunque casi todos incluida yo lo hicieramos de halloween en vez de la fiesta que se celebro en el cole:"El magosto";pero como se podia hacer de las 2 cosas casi todos preferimos hacerlos de mieedoo!!! jejejejeje.
En definitiva que nos quedo todo estupendamente.
Maria 6º
Muy Bonitos los cuentos. :)
ResponderEliminarBienvenida al blog Azucena. Gracias por leernos y por aportar tu comentario.
ResponderEliminarHace tiempo que tenía ganas de entrar en el blog,pero no me atrevía. Lo hago hoy, para felicitaros a todos por vuestros cuentos.Tenéis una imaginación envidiable, ojalá no la perdais nunca. Un saludo.Olalla.
ResponderEliminarGracias Olalla, en nombre de todos.
ResponderEliminarGracias también por dejar tu comentario, me encanta que seáis cómplices de vuestros hijos y que os impliquéis directamente en sus tareas.
Una vez que has dado el paso y te "has atrevido", no dudes en volver a hacerlo. Tanto a los niños como a mí nos gusta que os dejéis caer por aquí.
De nuevo gracias a todas las familias por participar.
Hola chicos,acabo de leer vuestros cuentos y están súper bien.Mayka no te puedes quejar de que no le echaran imaginación.Lo que fue una pena que no pudieras descargar las imágenes.UN SALUDO MARY.
ResponderEliminarBuen trabajo chicos...¡que imaginación! me encantan vuestras fantásticas historias...y estoy segura de que a los niños de 3º les van a encantar, mañana las leeremos en clase.
ResponderEliminarENHORABUENA
¡Hola Mary!: Claro que no me quejo del trabajo que han hecho. Todo lo contrario, estoy muy satisfecha.
ResponderEliminarMe alegro de que te hayan gustado.
Bueno Elena, ya nos dirás si a tus niños les encantaron las historias o no.
Jajaja, bueno que guay que se unan las madres a comentar a ver si convenzo a la mía!! :)
ResponderEliminarHola a todos:
ResponderEliminarMe gustaria felicitaros a todos por las fantásticas y divertidas historias que habéis hecho. Desde casa seguimos atentos a las novedades del blog.
Hasta pronto
Hola Geles:
ResponderEliminarMuchas gracias en nombre de todos por tu comentario.
La verdad es que te echaba de menos en este blog y me alegra que hayas entrado.
Las historias que han narrado me parecieron muy interesantes y en la mayoría de los casos reflejan perfectamente la personalidad de vuestros hijos. Creo que podéis sentiros orgullosos de ellos, yo por lo menos lo estoy.
Mayka como molan las historias que haveis hecho
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